Los aceites esenciales se consideran frecuentemente la “fuerza vital” de las plantas. A diferencia de los aceites grasos, estos aceites “esenciales” son sustancias altamente concentradas extraídas de flores, hojas, tallos, raíces, semillas, corteza, resina o cáscaras de frutas.
Sus poderosas propiedades curativas ayudan a aliviar dolencias físicas y emocionales. La aromaterapia, la ciencia del olfato, proporciona una puerta de acceso directa a los centros del estado de ánimo del cerebro. Lo mejor de todo es que lo hace sin efectos secundarios negativos.
(Todos los aceites esenciales deben diluirse antes de su uso).